¿Has oído hablar del llamado síndrome de la boca ardiente? Es una condición que se caracteriza por una sensación de ardor persistente en la boca, sin que exista una causa aparente. Es importante comprender sus causas y considerar opciones de cuidado. En este artículo te contamos sus posibles orígenes y tratamientos para aliviar sus síntomas.
¿Qué es el síndrome de la boca ardiente?
El síndrome de la boca ardiente es una condición bucal crónica que se manifiesta como una sensación de quemazón, hormigueo o ardor en la boca, especialmente en la lengua, encías, labios y paladar. Aunque la causa exacta del síndrome aún no se comprende completamente, hay diversos factores pueden estar asociados con el desarrollo de esta condición:
- Problemas en las papilas gustativas: alteraciones en las papilas gustativas pueden desencadenar la sensación de ardor. Cambios en la percepción del gusto y la falta de saliva adecuada pueden contribuir a este malestar
- Neuropatías: daños en los nervios de la boca y la lengua pueden ser una causa subyacente del síndrome. Las neuropatías pueden deberse a diversas condiciones, como la diabetes.
- Alteraciones hormonales: en algunas personas, cambios hormonales, como los que ocurren durante la menopausia, pueden desencadenar el síndrome de la boca ardiente.
- Factores psicológicos: el estrés y la ansiedad también se han relacionado con el síndrome. La salud bucal está estrechamente vinculada al bienestar emocional.
Cuidados para aliviar los síntomas
- Higiene bucal rigurosa: es muy importante mantener una buena higiene bucal. Usa un cepillo de dientes suave y pasta dental sin ingredientes irritantes.
- Enjuagues bucales específicos: algunos enjuagues bucales formulados para el síndrome de la boca ardiente contienen ingredientes calmantes, como aloe vera o extracto de manzanilla. El aceite de coco también es conocido por sus propiedades calmantes.
- Suplementos nutricionales: la deficiencia de ciertos nutrientes, como hierro o vitamina B, puede contribuir al síndrome de la boca ardiente. Visita a tu médico para determinar si necesitas suplementos.
Es fundamental recordar que, ante la persistencia de los síntomas, es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. En casos más severos, se pueden prescribir medicamentos para aliviar los síntomas. Los profesionales de la salud, como dentistas o médicos especializados, pueden ofrecer opciones más específicas según la evaluación individual.