¿Has oído hablar de los quistes de millium? En este artículo te explicamos cómo identificarlos y cómo tratarlos, en caso de que tengas que lidiar con ellos en algún momento. 

 

¿Qué son los quistes de millium?

Los quistes de millium, también conocidos como milia, son pequeñas protuberancias blancas que aparecen en la piel. A menudo, se confunden con espinillas o granos, pero son diferentes en su origen y aspecto. Estos quistes se forman cuando se obstruyen los poros de la piel con células muertas, aceite o sudor. A diferencia de las espinillas, los quistes de millium no tienen aberturas en la superficie de la piel, lo que dificulta su eliminación de forma natural.

 

Causas de los quistes de millium

  • Acumulación de células muertas: como ya hemos mencionado en el apartado anterior, éste es uno de los factores principales que contribuyen a la formación de quistes de millium es la acumulación de células muertas en la superficie de la piel.
  • Uso de productos de cuidado de la piel comedogénicos: el uso de productos para el cuidado de la piel que contienen ingredientes comedogénicos, como ciertos aceites y cremas, puede obstruir los poros y favorecer la aparición de quistes de millium.
  • Exposición al sol sin protección: la exposición prolongada al sol sin protección puede dañar la piel y contribuir a la formación de quistes de millium.
  • Cambios hormonales: los cambios hormonales, como los que ocurren durante la adolescencia o el embarazo, pueden aumentar la producción de aceite en la piel y aumentar la probabilidad de desarrollar quistes de millium.

 

Tratamientos para los quistes de millium

Aunque los quistes de millium a menudo desaparecen por sí solos con el tiempo, con un cuidado facial adecuado puedes acelerar su eliminación y prevenir su reaparición:  

  • Limpieza diaria: lava tu rostro dos veces al día con un limpiador suave y sin fragancia.
  • Exfoliación suave: utilizar un exfoliante facial suave puede te ayudará a eliminar las células muertas de la piel y prevenir la formación de milia. 
  • Hidratación: utiliza una crema hidratante no comedogénica para mantener la piel equilibrada. 
  • Protector solar: aplica protector solar a diario, especialmente si te expones al sol.
  • Productos no comedogénicos: elige productos de cuidado de la piel etiquetados como “no comedogénicos” para reducir el riesgo de obstrucción de poros.
  • Extracción por un profesional: En casos más graves o persistentes, un dermatólogo puede realizar una extracción profesional de los quistes de millium utilizando instrumentos esterilizados.