En la búsqueda de una piel saludable y radiante, la hidratación juega un papel fundamental. Sin embargo, a veces la piel se deshidrata. Este inconveniente, más allá de afectar la apariencia, puede conllevar a una mayor sensibilidad y molestias cutáneas. En este artículo, exploraremos los síntomas característicos de una piel deshidratada y las posibles causas. Si quieres saber cómo ponerle solución ¡sigue leyendo!

 

¿Cómo saber si la piel está deshidratada?

La piel deshidratada puede presentar diversos síntomas que pueden resultar molestos y comprometer la salud y apariencia de la piel. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

  • Sequedad: la piel deshidratada tiende a sentirse áspera, tirante y con falta de elasticidad.
  • Descamación: puede aparecer una descamación superficial en la piel, especialmente alrededor de áreas más secas.
  • Sensación de incomodidad: tener la piel deshidratada puede provocar incomodidad y causar picazón o irritación leve.

 

Causas de la deshidratación de la piel

Diversos factores pueden contribuir a la deshidratación de la piel. Algunas de las causas más comunes son:

  • Factores ambientales: la exposición prolongada al sol, el viento, el aire acondicionado y la calefacción pueden reducir la humedad natural de la piel.
  • Hábitos de cuidado incorrectos: el uso de productos agresivos o inadecuados para la piel, así como la falta de una rutina de cuidado adecuada, pueden reducir la hidratación de la piel.
  • Estilo de vida: la alimentación poco equilibrada, el consumo insuficiente de agua y el estrés también pueden afectar la salud de la piel.

 

Consejos para tratar la piel deshidratada        

Tratar adecuadamente la piel deshidratada es fundamental para restaurar su hidratación y mejorar su aspecto. Aquí hay algunos consejos y productos que recomendamos:

  • Bebe suficiente agua: se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día para mantener una hidratación adecuada.
  • Adopta una rutina de cuidado facial adecuada utilizando productos específicos para piel deshidratada. Busca limpiadores suaves, tónicos sin alcohol y cremas hidratantes que contengan ingredientes como ácido hialurónico y glicerina. Aplica también mascarillas hidratantes una o dos veces por semana proporcionar une extra de humectación a tu piel.
  • Utiliza protector solar: la piel deshidratada es más sensible al daño solar, por lo que se hace más necesario aplicar protector solar todos los días y reaplicarlo para garantizar la protección.
  • Evita baños muy calientes y largos: éstos pueden eliminar los aceites naturales de la piel y empeorar el estado de la deshidratación. Mejor date duchas cortas de agua tibia.
  • Toma suplementos nutricionales en caso de que un profesional te lo recomiende. Los suplementos ricos en antioxidantes y ácido grasos esenciales promueven la hidratación de la piel.