Ácido glicólico: el secreto de una piel renovada

El ácido glicólico es un ácido orgánico presente en varios alimentos, pero también se produce sintéticamente para su uso en productos de cuidado de la piel. Se ha convertido en un componente clave en muchas formulaciones dermatológicas. Su pequeño tamaño molecular permite una penetración efectiva en la piel, exfoliando las células muertas y promoviendo la renovación celular.

 

Beneficios del ácido glicólico

El uso de este ácido puede proporcionar a tu piel diferentes beneficios:

  • Exfoliación efectiva: el ácido glicólico actúa como un exfoliante químico, disolviendo las células muertas de la piel y facilitando su eliminación. Esto te ayudará a conseguir una piel más suave y radiante.
  • Estimulación del colágeno: favorece la síntesis de colágeno, una proteína crucial para la elasticidad y firmeza de la piel. Esto ayuda a reducir las arrugas.
  • Atenuación de manchas oscuras: el ácido glicólico puede ayudar a desvanecer manchas oscuras y decoloraciones, dejando una tez más uniforme.
  • Control del acné: sus propiedades exfoliantes ayudan a destapar los poros, reduciendo la formación de espinillas y granos.

 

¿Cómo usar el ácido glicólico?

Los ácidos son ingredientes que hay que utilizar con precaución, ya que

  • Introducción gradual: para evitar posibles irritaciones, comienza con productos que contengan concentraciones más bajas de ácido glicólico. Con el tiempo, puedes aumentar la concentración según la tolerancia de tu piel.
  • Aplicación nocturna: el ácido glicólico puede aumentar la sensibilidad al sol, por lo que es recomendable aplicarlo por la noche. Asegúrate de seguirlo con un protector solar durante el día.
  • Hidratación posterior: después de usar productos con ácido glicólico, aplica una crema hidratante para mantener el equilibrio de humedad de la piel.

 

Advertencias importantes

Para incluir el ácido glicólico de manera efectiva en la rutina de cuidado facial, hay que tener muy en cuenta las indicaciones de uso y las advertencias:

  • Sensibilidad cutánea: las personas con piel sensible deben ser cautelosos al incorporar ácido glicólico. Realiza una prueba en una pequeña área antes de aplicarlo en todo el rostro.
  • Protección solar: la crema solar es importante siempre, sin embargo, se hace imprescindible con el uso de ingredientes como el ácido glicólico, ya que produce mayor sensibilidad al sol.
  • No utilizar otros productos exfoliantes simultáneamente, para evitar la irritación de la piel.